Bulto de santa Inés a la entrada de la biblioteca del convento de los trinitarios de Echegaray, Madrid-España. |
Santa Inés "Segundo"
De Inés mucho se ha dicho, escrito, representado e imaginado, pero lo único que podemos decir con certeza es que en el siglo IV ya tenía culto propio. Murió mártir, al parecer hacia la segunda mitad del siglo III, o más probablemente a principios del IV en Roma. El papa Dámaso honró su sepulcro con un poema, y muchos padres de la Iglesia a partir de san Ambrosio le dedicaron alabanzas.
A finales del siglo XII, la fiesta de santa Inés señalada para el 21 de enero, se encontraba entre las más importantes de la Iglesia, de ahí que en muchas partes de Europa se le celebraba con Octava, es decir, que ochos días después (el 28 de enero), se repetía el oficio litúrgico de la fiesta, por esta razón se le conocía con el nombre de santa Inés "Segundo".
Primera Misa de san Juan de Mata
Muchos contemporáneos a los primeros años de la Orden de la Santa Trinidad tenían claro que la misma había sido fundada por inspiración divina, pero, el primer relato trinitario sobre el origen de la Orden, data de 1250. Según éste, el día de su primera Eucaristía, san Juan de Mata:
La primera misa de san Juan de Mata, según la tradición de la Orden, tuvo lugar el día de la octava de santa Inés. Foto: San Crisógono (Roma) |
Al levantar los ojos vio la majestad de Dios y a Dios que asía de sus manos a dos hombres con cadenas en los tobillos, de los que uno parecía de color y deforme y el otro pálido y macilento. Como se demoraba demasiado en la consagración, los circunstantes, es decir el obispo (de París), el abad (de San Víctor), su maestro Prevostino y los demás estaban maravillados de los que podría ser aquello. El mismo obispo, el abad y el maestro Prevostino, dirigiendo sus ojos a lo alto, vieron lo mismo y glorificaban al Señor, y luego lo espabilaron y, volviendo en sí, continuó la misa. Concluida la misa, le preguntaron que había visto. Confesó lo que vio, y alabó al Señor. Y ellos confesaron asimismo lo que habían visto. (Fuentes, doc. 76)
Según el Necrologio de Chateaubriaund, fue el 28 de enero de 1193, octava de la fiesta de santa Inés, cuando san Juan de Mata celebró su primera misa y cuando recibió de modo extraordinario, la inspiración que le lleva a la fundación de una Orden religiosa, dedicada a la redención de cautivos.
Una visión de Inocencio III de la que poco se habla
Inocencio III, elegido papa el 8 de enero de 1198, al parecer, era tratado como un hombre místico y muy ligado a las visiones, por lo menos esa es la imagen que se ve en las crónicas de las diversas Órdenes religiosas por él aprobadas. Franciscanos y dominicos le dan una gran importancia al papel que jugó el papa en los orígenes de sus Órdenes. Los trinitarios no podían quedarse atrás, y ponen en Inocencio III (como lo ha querido la tradición) la visión de un ángel vestido con el hábito trinitario y dos cautivos asidos a sus manos. La secuencia o relato en verso anónimo sobre el origen de la Orden, contemporáneo al documento citado (aproximadamente del 1250), coloca la fecha de dicha aparición, también el día de santa Inés Segundo de 1198:
aquel día en que se celebra
la fiesta de santa Inés.
El papa entra en el templo,
donde desea vivamente celebrar
movido por la bondad de éstos. (Juan y Felix)
En la misa invoca
al Espíritu para que les conceda
el hábito y la Regla.
Ve un ángel vestido de blanco
y encima puesto el signo
de la cruz es esta forma.
El ángel tiene en sus manos
a dos hombres, cristiano el uno
y sarraceno el otro.
Quieren significar que el pagano
y esta Orden Trinitaria
realizarán canjes.
Cuando el Papa terminó la misa,
mandó llamar a los dos ermitaños
para comunicarles la visión.
(Fuentes, doc. 77.)
Por mucho tiempo, la visión del ángel, que tuvo Inocencio III, opacó la visión que tuviera san Juan de Mata, relegándola a un segundo plano, incluso llegaron a mezclarse ambas experiencias, de tal modo que en la iconografía de dicha visión, encontramos pinturas que representan a Inocencio III y las tenemos como si fueran de san Juan Mata o viceversa. Con el tiempo, la majestad de Dios, de la experiencia de san Juan de Mata, pasó a ser representada por el ángel y no por el Pantocrátor.
El Mosaico del convento Santo Tomás in Formis en Roma, comisionado por el mismo san Juan de Mata hacia 1210, simboliza la visión que tuvo en su primera eucaristía. |
¿Ángel o Pantocrátor?
Un ángel en el pasado se le había aparecido a Moisés, pero los intérpretes de la Sagrada Escritura enseñan que, bajo la figura de un ángel, Dios mismo se la había presentado a los profetas, porque decía: Yo soy el Señor. Lo mismo sin duda a san Juan de Mata. El medallón de Santo Tomás in Formis... no tiene un ángel, sino el Salvador en medio de dos esclavos. (Pie de página 1, p. 103)
Santa Inés, ataviada con el hábito de la Orden Trinitaria. Foto: Lienzo del Monasterio de las trinitarias de Lope de Vega. Madrid (España). |
Santa Inés, protectora de la Orden desde sus orígenes
Según una antiquísima costumbre, los cristianos tomaban como su protector al santo que, según el calendario litúrgico, correspondía al día de su nacimiento. Lo mismo hacían las obras, empresas o institutos, con el santo correspondiente al día de su fundación o al de algún evento importante de su historia.
En recuerdo de los dos acontecimientos: la primera misa de san Juan de Mata el 28 de enero de 1193 y la misa de Inocencio III, el 28 de enero de 1198, que tenían como pretensión demostrar el origen divino de la Orden, los trinitarios proclamaron a santa Inés como Patrona principal de la Orden, celebrando su fiesta ese mismo día, hasta nuestros días.
En recuerdo de los dos acontecimientos: la primera misa de san Juan de Mata el 28 de enero de 1193 y la misa de Inocencio III, el 28 de enero de 1198, que tenían como pretensión demostrar el origen divino de la Orden, los trinitarios proclamaron a santa Inés como Patrona principal de la Orden, celebrando su fiesta ese mismo día, hasta nuestros días.
BIBLIOGRAFÍA
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CABROL, Fernand, Octava, en: Enciclopedia Católica.
CALISTO DELLA PROVIDENZA, Vita de San Giovanni de Matha..., Roma 1894.
HERNÁNDEZ, José, Espigando el Patrimonio Trinitario, Roma 2000, p. 13.
LLONA, Germán, Fundador y Redentor..., Salamanca 1994.
PROPIO DE LA ORDEN DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
RABRÉ, Ramón, Santa Inés; historia y leyenda, en: Tus Preguntas sobre los Santos.
VIZCARGÜENAGA, Ignacio, Carisma y misión de la Orden Trinitaria, Salamanca [2011].
ZABALETA, Primitivo, La primera Misa, en: San Juan de Mata, Salamanca [1978], p. 132-135.